Hay muchos aspectos a tener en cuenta si queremos cuidar nuestra salud articular. Y resulta imprescindible conocerlos para poder usarlos a nuestro favor y obtener como resultado unas articulaciones sanas y jóvenes duraderas. La buena noticia es que suelen estar al alcance de todos, solo requieren algún cambio de hábitos, un poco de constancia y una actitud positiva. ¡Los desgranamos!
La alimentación es clave para una buena salud articular
Hay factores causantes o agravantes de unas articulaciones resentidas y que generan dolor. Vemos algunos de ellos, ofreciéndote soluciones sencillas, coherentes, y fáciles de poner en práctica para ayudarte a contar con unas articulaciones sanas y jóvenes por mucho tiempo.
La obesidad y la mala alimentación
Con el sobrepeso nuestras articulaciones sufren debido a la presión y el sobreesfuerzo. La mala alimentación afecta particularmente al sistema articular, ya que, al acidificar el cuerpo, aumenta el dolor y la inflamación en las articulaciones.
Solución: Aliméntate correctamente y mantén un peso saludable. Una buena alimentación basada en verduras, frutas, proteínas y grasas de calidad, harán que nuestras articulaciones reciban los nutrientes que más necesitan. Vitaminas como la C, D y E. Minerales como el selenio, zinc, magnesio, silicio, manganeso, cobre. Ácidos grasos poliinsaturados como el omega-3 y el omega-6. Estos nutrientes tienen efectos tan decisivos como favorecer la producción de nuevo colágeno, reducir la inflamación, generar masa muscular articular, o alcalinizar el organismo.
Evita en lo posible los alimentos acidificantes como los vinagres, tomates, las espinacas, berenjenas, carnes rojas, mariscos, embutidos, azúcares, grasas saturadas y trans.
Una alimentación sana y moderada, hará, asimismo, que nos mantengamos en un rango de peso saludable.
Deshidratación
Las articulaciones deshidratadas perderán elasticidad y grosor en las estructuras que actúan de almohadillas, evitando el roce entre huesos (cartílagos, bursas, discos).
Solución: Hidratarnos. Bebe de litro y medio a dos litros de agua al día. Evitando, en lo posible, sustancias deshidratantes como café, alcohol, etc.
El ejercicio mantiene sanas y jóvenes las articulaciones
Las articulaciones están hechas para el movimiento. Si no se usan se atrofian, por ello debes moverte. Sal a caminar, baila, incluso sal de compras o al parque. Cualquier plan será una buena alternativa si te levantas del sofá.
Ejercicio físico excesivo
Lapráctica deportivade alto nivel, excesiva, inadecuada o mal ejecutada, puede conllevarsobrecargas o desgastes prematuros
Solución: Práctica deporte de forma adecuada y supervisada. Hay numerosas opciones para ejercitarse, elige según tus gustos y condición física. Cualquier disciplina puede ser beneficiosa si es aprobada médicamente y supervisada por un profesional. Natación, aquagym, marcha, pilates, yoga, tai chi son solo algunos ejemplos.
Acciones repetitivas
En el terreno laboral es donde más encontramos este tipo de lesiones debidas al uso excesivo de ciertas articulaciones.
Solución: Acudir al fisioterapeuta y corregir malos hábitos posturales.
Estrés
El estrés es muy perjudicial para nuestras articulaciones. Entre otras cosas, favorece los procesos inflamatorios, aumenta la rigidez y el dolor, y retrasa la regeneración de lesiones.
Solución: Sueño de calidad, descanso y relax. El descanso permite a tus articulaciones hacer lo propio, permitiendo su recuperación. Aún más importante es un sueño de calidad. Durante la fase de sueño profundo es cuando todo tu cuerpo se regenera. Si no descansas bien, puedes amanecer cansado, rígido y dolorido. No te olvides de practicar técnicas o pautas que te permitan bajar los niveles de estrés como la meditación o las respiraciones profundas.
Envejecimiento
Es un estado fisiológico inevitable. Pero esto no quiere decir que no puedas poner nada de tu parte para que el deterioro de tus articulaciones sea más lento y leve. Ahí es donde puedes ayudarte con una buena suplementación articular.
Glucosamina, condroitina, colágeno, MSM, cartílago de tiburón, ácido hialurónico, cúrcuma, magnesio, manganeso, vitamina D son las sustancias más usadas en este tipo de suplementos y las que cuentan con más evidencia científica en la disminución del dolor y la mejora de las estructuras articulares.
En Lanier Pharma hemos formulado Artrinox, un suplemento a base de Colágeno tipo UC-II de última generación, Ácido Hialurónico, Sulfato de Glucosamina, Sulfato de Condroitina, Vitamina D, Manganeso y Cúrcuma. Esta estudiada asociación de ingredientes proporciona una reducción del dolor y la inflamación articular, a la vez que protege el cartílago y otras estructuras articulares.