El invierno es una época del año que puede afectar a nuestra salud articular, especialmente si padecemos alguna enfermedad reumática como la artrosis o la artritis. El frío, la humedad y los cambios de presión atmosférica pueden provocar un aumento de la rigidez, la inflamación y el dolor en las articulaciones, limitando nuestra movilidad y calidad de vida. ¿Qué podemos hacer para aliviar estas molestias y cuidar nuestras articulaciones en esta estación? En este post, Lanier Pharma, tu laboratorio de nutracéuticos de confianza, te damos algunos consejos que te ayudarán a mitigar el dolor articular.
Mantén una temperatura corporal adecuada
Uno de los factores que influyen en el dolor articular es la vasoconstricción, es decir, la disminución del diámetro de los vasos sanguíneos que se produce cuando hace frío. Esto hace que llegue menos sangre y oxígeno a las articulaciones. Como consecuencia, aparece más rigidez y dolor.
Si quieres evitarlo, mantén siempre una temperatura corporal adecuada. Abrígate bien pero sin pasarte. Usa varias capas de ropa que te permitan adaptarte a los cambios de temperatura. Y presta especial atención a las articulaciones con dolor y a las partes más expuestas al frío, como las manos, los pies, el cuello y la cabeza. Escoge siempre materiales cálidos y naturales como la lana que aísla de la humedad y te mantiene caliente.
Realiza ejercicio físico moderado y adaptado
El ejercicio físico es fundamental para mantener la salud articular y hace que el cuerpo entre en calor.
Ejercitándote, ayudas a fortalecer los músculos, mejoras la flexibilidad, lubricas las articulaciones y previenes el sobrepeso.
Sin embargo, no todos los ejercicios son adecuados para las personas con problemas articulares. En estos casos en concreto, debes tener muy en cuenta asimismo el clima y las condiciones ambientales.
Lo ideal es que realices actividades de bajo impacto, como caminar, nadar, hacer bicicleta o yoga, y evitar los movimientos bruscos, los saltos y las cargas excesivas.
Además, es imprescindible que calientes y estires antes de hacer ejercicio, para preparar tus músculos y las articulaciones, evitando así lesiones u otros daños en tus articulaciones.
Según la naturaleza y grado de tus dolencias, debes barajar consultar con tu médico o fisioterapeuta el tipo de ejercicios que te conviene realizar y cuáles debes evitar.
Introduce calor en la articulación
Ya hemos visto que el frío y, más si es húmedo, es uno de los peores enemigos de unas articulaciones con dolor. Por eso, cualquier método saludable que introduzca calor a nuestra articulación nos beneficiará.
A veces una simple manta eléctrica o un saquito de calor colocado sobre la articulación puede causar un alivio notable. Aunque no conviene abusar de este método, una media hora varias veces al día será suficiente.
Un método aún más efectivo es realizar unas friegas enérgicas pero no demasiado fuertes para activar la circulación de la articulación dolorida. Utiliza alcohol de romero, alguna crema con árnica y harpagofito o aceite de almendra con algún aceite esencial como el romero, gaulteria, canela o alcanfor que son vasodilatadores.
También los baños de asiento con agua caliente resultan muy efectivos para relajar y mitigar el dolor articular.
Si tienes la oportunidad, acude al fisioterapeuta para sumergir la articulación en un baño de parafina. Este método disminuye sensiblemente la sensación de dolor, introduciendo calor en las zonas más profundas de la articulación.
Elige una buena suplementación natural para la salud de tus articulaciones
Además de estos consejos, puedes mantener la salud de tus articulaciones en cualquier época del año con Artrinox. Lanier Pharma, ha desarrollado este suplemento para cuidar de manera efectiva y total tu funcionalidad articular. Artrinox mejora la salud articular, reduce el dolor y favorece la movilidad de las articulaciones.
Contiene colágeno tipo II no desnaturalizado (UC-II), Ácido Hialurónico, Glucosamina y Condroitina, Vitamina D, Manganeso y Cúrcuma.
Estudios clínicos han demostrado que esta poderosa sinergia induce la formación de colágeno natural, favorece la reparación del cartílago, y reduce el dolor y la inflamación articular.